La Biblia probada y comprobada, Charles Spurgeon. Parte I
La elección de Dios incondicional para Salvación. |Spurgeon| Parte II
En el versículo 29 y siguientes, dice: “Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen
de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y
a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos
también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios?” Tampoco sería necesario leer todo el capítulo 9 de Romanos. En tanto que ese capítulo permanezca en la Biblia, ningún hombre será capaz de probar el arminianismo; mientras eso esté escrito allí, ni las más violentas contorsiones de esos textos podrán exterminar de la Escritura, la doctrina de la elección.
La elección de Dios incondicional para Salvación. |Spurgeon| Parte I
“Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” 2 Tesalonicenses 2: 13, 14
Si no hubiera ningún otro texto en la sagrada Palabra excepto éste, pienso que todos deberíamos estar obligados a recibir y reconocer la verdad de esta grandiosa y gloriosa doctrina de la eterna elección que Dios ha hecho de Su familia. Pero parece que hay un prejuicio muy arraigado en la mente humana en contra de esta doctrina. Y aunque la mayoría de las otras doctrinas son recibidas por los cristianos profesantes, algunas con cautela, otras con gozo, sin embargo esta doctrina parece ser despreciada y descartada con frecuencia.
La necesidad del progreso en el Ministerio. Spurgeon
Queridos compañeros de milicia: somos pocos y tenemos ante nosotros una lucha desesperada; de consiguiente, urge que cada uno de nosotros sea lo más útil posible y se esfuerce al grado más alto posible. Es cosa de desear que los ministros del Señor sean lo más escogido de la Iglesia, sí, lo más escogido del universo entero, porque tal es la demanda del siglo, por tanto, respecto a vuestras personas y talentos individuales, os encargo la divisa: ¡Adelante, adelante! Adelante en cualidades personales, adelante en dones y gracias, adelante en la conformidad a la imagen de Cristo. Los puntos que trataré empiezan en la base y ascienden.
En primer lugar, queridos hermanos, creo necesario que me diga a mi mismo y a vosotros que debemos avanzar en aptitudes mentales. No conviene, de ninguna manera, que nos presentemos continuamente en la peor condición
La gloria es para Dios.
Al margen de lo útil que podamos ser en la obra, o de cuánto Dios bendiga nuestros ministerios…el reconocimiento

