La Adoración en la vida del cristiano
Pasajes bíblicos sobre la adoración a Dios
Características del Ministerio de Alabanza
El corazón de la genuina alabanza
Adoración Cristiana: «Más que todo»
Adoración Cristiana – Más Que Música
La adoración cristiana es a menudo vista como la parte musical del servicio en la iglesia – gente cantando canciones a Dios, con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados, y las manos levantadas mientras cantan. La adoración cristiana sucede cuando cantamos a Dios, sea en una iglesia o solos – en nuestro auto o en la ducha. Es adoración, si nuestro deseo es agradar al corazón de Dios, sin importar el sitio ni cuántos estén involucrados.
¿Qué provoca tu alabanza?
“Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían”. (HECHOS 16:25)
Ellos estaban encarcelados, pero no se sentían presos.
Sus almas se encontraban en plena libertad.
Sus corazones le adoraban con más devoción que nunca.
Sus mentes meditaban solo en las grandezas de Dios.
Ellos sabían que estaban allí con un propósito específico.
Por eso mientras las cadenas trataban de atarlos, ellos podían cantar hermosas melodías para Dios y los demás prisioneros los escuchaban.
Alabar con un cántico nuevo
Alabar es por excelencia crear; es expresarse en la música, en el canto, en la danza… en el juego y en las infinitas formas artísticas que la cultura dispone.
Algo había pasado en esa iglesia de barrio aquella tarde. Ya hacía un año que Juancito había traído un cancionero del Encuentro Nacional de la Alabanza. Era un librito de 150 coritos que además, traía un suplemento que explicaba las posiciones para acompañar con guitarra. Se completaba con seis cassettes que contenían las grabaciones de todos los coritos.
Esa tarde fría de invierno había más de 30 jóvenes en la pequeña capilla. Alberto, el líder de los jóvenes terminó de orar e invitó a Juancito a comenzar con la alabanza.
«Mágicas Princesas» | Jesús Adrián Romero
Aspectos prácticos en la dirección de la alabanza
La alabanza y la adoración comienza en primer lugar en la obediencia y sometimiento a la palabra de Dios en nuestra vida diaria, el dirigir a una congregación a adorar a Dios, es una responsabilidad grande que demanda de nosotros una vida congruente de lo que decimos y hacemos el domingo, con lo que vivimos de Lunes a Sábado, tristemente vemos que en muchas ocasiones el domingo cantamos, gritamos, levantamos nuestras manos y dirigimos a la gente a alabar a Dios y llegado el Lunes empezamos a ser otros y a vivir sin comunión con Dios, te animo a que pruebes vivir en comunión con Dios toda la semana, te darás cuenta que tu alabanza y adoración será muy diferente el domingo porque “LA VERDAD ENSEÑADA DEBE TENER EL RESPALDO DE LA VIDA DEL QUE LA ENSEÑA”.
En este articulo analizaremos algunos aspectos prácticos en la dirección de alabanza, no pretendo con esto ser absoluto