Carácter del siervo de Dios
Cuando el Espíritu de Dios habita en alguien, existe, de forma natural, el carácter que supera a los demás, que no lo tienen. Es el carácter de Dios.
Noé, Job y Daniel fueron siervos que, por causa de eso, sobresalieron sobre los demás.
Toda la historia de Noé, por ejemplo, se resumía en un único versículo:“Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé”.Génesis 6:9
Job no era diferente. “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”. Job 1:1