3 razones para alabar a Dios

3 razones para alabar a Dios

«…Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no te olvides de ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila…» Salmos 103:1-5

Cuando de alabanza se trata, rápidamente a nuestra mente llega la idea de una persona alzando las manos, levantando cánticos y dando palabras de elogio. hasta cierto punto es una idea acertada, pero cuando profundizamos en el verdadero significado de esta palabra, nos damos cuenta de que hay mucha tela que cortar en este tema.

La alabanza obtiene como lugar de origen el cielo. Fue creada por Dios y para Dios, la cual desde el principio de todos los tiempos la han utilizado los ángeles, querubines y serafines para expresar la soberanía y majestad de Dios.

En efectivo, la alabanza y adoración a Dios fue utilizada primeramente en el cielo frente al trono de Dios, pero se nos ha dado el privilegio a nosotros, es decir, los seres humanos, de poder participar de esa maravillosa bendición que es alabar a Dios. A través de este estudio bíblico titulado «Razones Para Alabar a Dios», usted entenderá mejor la importancia de alabar a Dios y se podrá interesar mas por participar de este acto tan solemne.

Alabanza es el acto de glorificar a Dios; de ensalzarlo y bendecirlo, especialmente con himnos, cánticos, música y danza (2 Crs. 7:6; Salmos 150).

La Biblia no nos da un patrón especifico para dar alabanza a Dios, pero nos da diferentes formas de exaltar su santo nombre; estas pueden ser a través de cánticos e himnos solemnes, aplausos, saltos, danzas, nuestros cuerpos, en fin las maneras en que podemos alabar a Dios son innumerables.

De algo si debemos asegurarnos, y es que nuestra alabanza debe ser genuina, con gozo, alegría y de una manera reverente, reconociendo así que Dios es digno de suprema alabanza, así lo dice Apocalipsis 4:11 «Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; por que tu creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen».

¿POR QUÉ ALABAR A DIOS?

A pesar de que este estudio se llama «Razones para alabar a Dios» (pues tenemos muchas) una razón muy importante y la mas imperativa de entender es que Dios es el creador de todas las cosas visibles e invisibles, pasadas, presentes y por venir en el cielo, en la tierra y aun debajo de la tierra «Cristo mismo (su hijo) es el creador de cuanto existe en los cielos y en la tierra de lo visible y de lo invisible, y de todos los seres que tienen poder, autoridad, y dominio; todo fue creado por medio de El y para El» (Col. 1:16 Versión Nueva Biblia al Día).

Esto quiere decir que cuando llegamos a la casa de Dios, debemos acercarnos con una disposición de dar gloria a quien gloria merece: Jehová Dios de los ejércitos. Como señalamos anteriormente no importa la manera en la que nosotros alabemos a Dios, no importa!!!!! Esta expresión debe traer como resultado final un sobrecogimiento de poder, amor y gracias de Dios para todos nosotros.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA ALABANZA

A) LA ALABANZA DEBE SER ESPONTÁNEA

Al momento de alabar debemos primeramente entender que debemos hacerlo de una manera espontánea, es decir, tiene que salir de nuestro interior al nosotros reconocer que el único beneficiado en este acto es el ser humano mismo.

Es inconcebible la idea de que personas indoctas y sin educación ni ética alguna, traten de hacer que el pueblo de Dios o una congregación alabe y cante a Dios cuando en realidad el adorador(a) es quien tiene que tomar la iniciativa.

El salmista David pronuncia unas palabras importantísimas: » Alaba, alma mía, al Señor» (versión NBD), las cuales son dirigidas a si mismo. En ese momento posiblemente. De acuerdo a se intelecto humano no tenia alguna motivación o animo para hacerlo, pero llego como por dirección y manifestación divina la necesidad de alabar y quien mas digno de recibir esa alabanza que el pastor de los pastores del cual había expresado «Jehová es mi pastor: nada me faltará.

Así que la próxima vez que visite la casa de Dios debe asegurarse de ir con la libertad y disposición de darle alabanza a Dios desde el momento en que piense asistir a un nuevo servicio «vengan a las puertas de su templo; denle gracias y alábenlo!!.

B) LA ALABANZA DEBE SER GENUINA Y DE CORAZÓN

Al nosotros tomar la decisión de alabar a Dios, debemos tener en cuenta y asegurarnos de una cosa sumamente importante: A Dios se le da lo mejor.

Dios, mostrando su amor infinito por la humanidad; no se reservo nada de sus favores y misericordias dando así la máxima expresión de amor que jamás nadie anteriormente había hecho: una entrega no solamente de sacrificio, si no también de sufrimiento. El entrego su hijo amado interesándose tanto por la humanidad y su salvación (Juan 3:16).

Lo que pide Dios de nosotros es que lo amemos (esto incluye alabanza) con todo lo que somos, la Biblia dice «Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente». (RV 1960).

Es común hacer uso de la expresión «a la iglesia venimos a recibir» cosa que es una realidad, a pesar de eso el creyente debe entender que el primer objetivo de asistir a un servicio o alguna actividad con alusión a la adoración a Dios, debe ser el dar nuestra vida misma en honor a aquel a quien llamamos nuestro Eterno Rey.

El apóstol Pablo escribió lo siguiente en la carta a los Romanos 12:1 «… les ruego que cada uno de ustedes se entregue como sacrificio vivo y santo; este es el único sacrificio que al El (Dios) le agrada (versión Nueva Biblia al Día).

C) LA ALABANZA PRODUCE BENDICIÓN

Cuan bueno es alabar a Dios! Si bien es cierto, dijimos anteriormente que el propósito de alabar el nombre del Señor no es recibir, si no, darle honor y gloria; no podemos negar que en medio de de la alabanza se produce una apertura de favores y bendiciones.

Cuando un creyente irrumpe en alabanza se produce una transformación de la atmósfera natural y se traslada a lo sobre-natural, es decir, que cuando hemos dado una alabanza ESPONTÁNEA y una ENTREGA TOTAL; Dios abre la ventana de los cielos y derrama de su bendición y es su presencia la que se manifiesta a través de de esa exhibición directa de humillación.

Salmos 16:11 nos describe claramente lo que uno recibe al estar en su presencia » En tu presencia hay plenitud de gozo; y delicias a tu diestra para siempre».

Que bendición mas grande que sentir la presencia de Dios? No hay palabras suficientes para expresar esa sensación de gozo y alegría. En el libro de Samuel encontramos a David danzando y saltando como un corderillo, deleitándose de la unción que solo la presencia de Dios puede dar, Jesucristo mismo habló, de la presencia de Dios comparándola con ríos de agua viva, la cual representan corrientes de agua en constante movimiento, y nunca dejan de fluir.

Salmos 1:3 nos dice que todo el que se deleita en el Señor y su palabra será como árbol plantado junto a corrientes de agua que da su fruto abundante.

CONCLUSIÓN

La alabanza, al igual que nuestro alimento diario debe estar presente en cada uno de nuestros días. Que sean nuestro devociones diario los cánticos y las palabras que lleguen a la mas alta cúspide que es el trono de Dios. Cuando os encontremos en pruebas y dificultades, recordemos las palabras que expreso David: «Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser todo su nombre» Amen.

Fuente: Central de sermones