Publicada enAlabanza y Adoración
Personas idóneas para la alabanza.
No podemos permitirnos el lujo de decidir nosotros quién puede y quién no puede ministrar, no podemos entregar la dirección de la adoración congregacional, que es el punto más culminante de nuestro culto a Dios, a quién "no tiene dedos para el piano". Todavía existen ideas muy tergiversadas a la hora de nominar a aquellas personas que nos ayudarán en la ministración de las alabanzas congregacionales, pues lo que prima en quienes deben nombrar o elegir a los designados es…