Se venden milagros
Fue una noche anhelada luego de un intenso día de trabajo. Lo que deseaba era sentarme en el sofá de mi casa y disfrutar unas dos horas de Televisión antes de ir a la cama. El control remoto me llevó a navegar en la cresta de las olas tecnológicas hasta que un buen partido de football me atrajo la atención, pero ya estaba terminando, quedé con ganas de más pero en mi hambre de más deporte al buscar mis ojos quedaron fijos en un canal cristiano.
Quién allí hablaba estaba desesperadamente compungido y creyendo que era algo supremamente espiritual me quedé deseando saber más de lo que había tocado el corazón de quién hablaba