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La adoración que agrada a Dios.

lunes, abril 27th, 2020

Dios no quiere una parte de tu vida. Pide todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente, y todas tus fuerzas.

A Dios no le interesan los compromisos a medias, la obediencia parcial y las sobras de tu tiempo y dinero. Quiere tu devoción plena, no pedacitos de tu vida.

Una mujer samaritana en cierta ocasión discutió con Jesús acerca del mejor tiempo, lugar y estilo de adoración. Jesús le contestó que esos aspectos eran irrelevantes. El lugar de adoración no es tan importante como por qué adoramos y cuánto de nuestro ser le ofrecemos a Dios cuando lo hacemos. Hay una manera de adorar, buena o mala. La Biblia dice: «Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente» Hebreos 12:28

La adoración que agrada a Dios tiene cuatro características:

1.- A Dios le agrada la adoración en verdad.

La gente suele decir «Me gusta pensar en Dios como alguien que…» y plantean la idea de un Dios a quien les gustaría adorar. Pero no podemos simplemente crear nuestra propia imagen de Dios, la que nos resulta cómoda y políticamente correcta, y adorarla. Eso es idolatría.
La adoración debe basarse en la verdad de las Escrituras, no en nuestra opinión acerca de Dios. Jesús le dijo a la mujer samaritana: «Los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que le adoren» Juan 4:23.
«Adorar en verdad» significa adorar a Dios como la Biblia verdaderamente lo revela.

2.- A Dios le agrada la adoración auténtica.

Cuando Jesús dijo que debemos «adorar en espíritu» no se refería al Espíritu Santo sino a nuestro espíritu. Fuimos creados a imagen de Dios y, por lo tanto, somos un espíritu que reside en un cuerpo, y él diseñó nuestro espíritu para que pudiéramos comunicarnos con él. La adoración es la respuesta de nuestro espíritu al Espíritu de Dios. La adoración que agrada a Dios es profundamente emocional y doctrinal. Con nuestro corazón y nuestra cabeza.

Cuando Jesús dijo: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma» quería decir que la adoración debe ser auténtica y sentida, de corazón. No se trata sólo de decir las palabras correctas; debes creer en lo que dices. ¡La alabanza que no brota del corazón no es alabanza! No sirve de nada, es un insulto a Dios. Cuando adoramos, él mira más allá de nuestras palabras, observando la actitud de nuestro corazón. La Escritura afirma: «La gente se fija en las apariencias, pero yo, (el Señor) me fijo en el corazón» 1 Samuel 16:7b.

Muchas personas confunden las emociones conmovedoras producidas por la música con las estimuladas por el Espíritu, pero no son iguales. La verdadera adoración ocurre cuando nuestro espíritu responde a Dios, no a una melodía. En realidad, algunas canciones sentimentales e introspectivas entorpecen la adoración porque de concentrarnos en Dios, pasamos a enfocarnos en nuestros sentimientos. Cuando adoramos, el factor de mayor distracción somos nosotros mismos: nuestros intereses y preocupaciones acerca de la impresión que damos.

Los cristianos no se ponen de acuerdo con respecto a la manera más adecuada o auténtica de alabar a Dios, pero estos argumentos lo que más reflejan son las distintas personalidades y trasfondos. La Biblia menciona diversas formas de alabanza: La confesión, el canto, los clamores, el estar de pie, el arrodillarse, el baile, el hacer ruidos de gozo, el testimonio, la utilización de instrumentos musicales y el alzar las manos. El mejor estilo de adoración es el que más auténticamente representa nuestro amor a Dios, basado en el trasfondo y la personalidad que Dios nos dio.

Mi amigo Gary Thomas se dio cuenta de que muchos cristianos en lugar de tener una amistad vibrante con Dios, parecen estancarse en la costumbre -la adoración se convierte en una rutina satisfactoria- porque se obligan a usar métodos devocionales o estilos de adoración que no se adaptan a la unicidad con que Dios los creó. Gary se preguntó: «Si Dios con toda intención nos creó a todos distintos, ¿por qué deberíamos amarlo de la misma manera?».

Una cosa es cierta: No darás gloria a Dios intentando ser alguien que él nunca se propuso que fueses. Dios quiere que seas tú mismo. El Padre está «buscando personas que, cuando le adoren, sean sencillas y sinceramente ellas mismas cuando se presenten a él». Juan 4:23.

3.- A Dios le agrada la adoración reflexiva.

El mandamiento de Jesús de «amar a Dios con toda tu mente» se repite cuatro veces en el Nuevo Testamento. A Dios no le agrada que cantemos himnos, oremos con apatía y exclamemos con indiferencia ¡Gloria a Dios!, sin pensar en lo que hacemos, porque no se nos ocurre otra cosa que decir en ese momento. Si no pensamos en lo que hacemos cuando adoramos, la adoración no sirve. Tu mente debe estar puesta en lo que haces. Además, sé específico. Si alguien se te acerca y repite: «¡Te alabo!» diez veces, es probable que pienses «¿Por qué?». Tu preferirías dos cumplidos específicos a veinte generalidades vagas. Dios también.

4.- A Dios le agrada la adoración práctica.

La palabra de Dios afirma: «Les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios» Romanos 12:1. ¿Por qué quiere Dios tu cuerpo? ¿Por qué no dice «ofrezcan su espíritu?». Porque sin el cuerpo no podemos hacer nada en este planeta. En la eternidad recibiremos un cuerpo nuevo, mejorado, actualizado, pero mientras estemos en la tierra, Dios dice: «¡Dame todo lo que tengas!». Él solamente está siendo práctico en cuanto a la adoración. La verdadera adoración se arraiga en la Palabra.

Rick Warren.

La Adoración en la vida del cristiano

miércoles, marzo 2nd, 2016

El ministerio de alabanza y adoración es para todos y no está reservado únicamente para los músicos y cantantes. De hecho la palabra “adoración” implica un significado que trasciende a la música. La primera referencia de adoración en las escrituras la encontramos en Génesis 22:5 cuando Abraham el patriarca de Israel le dice a su hijo Isaac: “Iremos hasta allí y adoraremos.” En su definición más sencilla, adoración significa “postrarse” ante Dios.

La música es un vehículo para la adoración y la alabanza. La primera referencia en las escrituras sobre la alabanza a través de la música esta en Éxodo 15:2 cuando Moisés dice: “El Señor es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré.”

Estamos diseñados para adorar. Dios creó al hombre y la mujer para tener comunión con El. El Rey David, salmista y adorador por excelencia escribió: “El Señor brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto.” (Salmos 25:14).

Cada momento en nuestro día es una oportunidad para adorar. No tenemos que esperar a la reunión semanal o asistir a algún concierto para alabar al Señor. Podemos alabar y adorar a Dios en todo momento y en cualquier lugar donde nos encontremos. “Bendeciré al Señor en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.” (Salmos 34:1).

La adoración con entendimiento tiene poder. ¿Nos hemos puesto a pensar realmente a meditar en las palabras de aquello que cantamos? En la mayoría de las ocasiones, nos sorprenderíamos al saber el significado de las canciones que resuenan en nuestra mente o inclusive aquellas que cantamos con frecuencia. El Apóstol Pablo enseño en 1 Corintios 14:14“Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.”

Cada vez que nos reunimos cómo creyentes en el Señor es una oportunidad para alabarle y adorarle. Aunque podemos adorar al Señor de forma individual, existe un poder especial cuando nos reunimos a hacerlo de manera conjunta. En Salmos 22:22 dice: “Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré.” En Salmos 109:30 el Rey David declara: “Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, Y en medio de muchos le alabaré.”

El Señor busca verdaderos adoradores. El Señor Jesús dijo: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad: porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.“ (Juan 4:23).

Fuente: visionyrestauracion.com

Pasajes bíblicos sobre la adoración a Dios

domingo, octubre 4th, 2015

Diferente a la alabanza, que es la expresión de admiración, la adoración a Dios tiene que ver con todo nuestro ser. Ciertamente la adoración incluye las alabanzas, meditaciones, oraciones y las ofrendas que ofrecemos a Dios en los servicios de la iglesia. Pero también es nuestra obediencia diaria al Señor, el deseo y esfuerzo de vivir en santidad, como nos relacionamos con los demás, nuestros valores, actos, pensamientos y nuestras palabras.

Es el rechazo voluntario de todo lo que Dios aborrece y la aceptación de todo lo que Dios es. En fin, la adoración es como un ser humano sirve y honra a Dios de corazón en todas las áreas de su vida. Me gusta decir que Dios escucha tu alabanza y ve tu adoración.

Para ayudarnos a entender un poco mejor este concepto, aquí esta una lista de pasajes bíblicos sobre la adoración a Dios.

Éxodo 20:1-7
«Dios habló y dijo todas estas palabras: «Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de la tierra de Egipto, donde vivías como esclavo. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta generación, pero trato con misericordia infinita a los que me aman y cumplen mis mandamientos. No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi nombre.» (RVC)

1 Crónicas 16:29
«¡Dad a Jehová la honra debida a su nombre! Traed ofrenda y venid delante de él. ¡Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad! (RVR1995)

Salmos 1:1-2
«¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!» (LBLA)

Salmos 7:17
«Daré gracias al Señor porque él es justo; cantaré alabanzas al nombre del Señor Altísimo.» (NTV)

Salmos 51:16-17
«Yo con gusto te ofrecería animales para ser sacrificados, pero eso no es lo que quieres; eso no te complace. Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.» (TLA)

Isaías 1:10-17
«…No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día de reposo, asambleas convocadas; ¡no soporto que con su adoración me ofendan! Yo aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy cansado de soportar. Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé, pues tienen las manos llenas de sangre. ¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!» (NVI)

Juan 4:23-24
«Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.» (RVR1995)

Hechos 2:42-47
«Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor), y a la oración. Un profundo temor reverente vino sobre todos ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas. Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad. Adoraban juntos en el templo cada día, se reunían en casas para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad, todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos.» (NTV)

Colosenses 3:16
«Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido.» (NTV)

Fuente: cristianos.about.com

¿Qué impide una verdadera adoración?

lunes, mayo 13th, 2013

Evite las trampas que pone el enemigo para obstaculizar nuestra adoración a Dios.
El enemigo detesta que usted adore a Dios. Él quiere impedir que lo alabe. Por eso le va a hacer guerra en su cuerpo con enfermedades. Va a atacar su alma con pesadez y sufrimientos. Satanás va a atacar su mente con pensamientos de maldad, no sólo cuando esté despierto, sino también mientras duerme. La batalla no es sólo personal, sino también corporativa. Toda la Iglesia está en guerra.

¿Por qué se levanta esta guerra contra usted y el Cuerpo de Cristo? En la batalla, el enemigo trata de desviar su atención del llamado de Dios y de su visión para usted. No aparte los ojos de Jesús. Él lo va a liberar. La táctica de Satanás consiste en atacarlo con tanta intensidad que usted aparte los ojos de Jesús, aunque sea por un instante.

Recuerde que no sólo fue llamado al ministerio; también fue creado para adorar a Dios. Es posible que haya estado luchando en esta guerra, sin saber realmente el porqué. Tal vez se sienta como si lo estuvieran distrayendo continuamente para que no adorara a Dios como usted quisiera adorarlo. Quizá hasta se le haga difícil concentrarse en la adoración cuando llega ante el Señor, ya sea de forma corporativa con el Cuerpo de Cristo, o en sus momentos de adoración personal en su casa. Si usted está librando esta batalla en estos momentos, quiero que sepa que Dios lo va a liberar. Él va a poner de nuevo su cántico en el corazón de usted. Lo mejor que Dios tiene para usted se halla aún en el futuro, pero primero tendremos que hacer un poco de limpieza.

La adoración se halla en el núcleo mismo de aquello para lo cual fuimos creados. Dios lo diseñó a usted para que fuera un adorador. Él no quiere que usted se limite a apartar momentos de adoración como parte de su vida. Lo que quiere es que su vida entera se convierta en una adoración dirigida a Él.

La adoración no consiste en un culto en la iglesia, ni en cantar himnos. No la dirigen los cantores ni los instrumentos. Nunca se podrá convertir en una parte de la semana, o una hora del domingo, en las cuales usted hace una pausa en la vida para darle a Dios un tiempo y un dinero simbólicos. La adoración es el enfoque central de su vida que todo lo consume y nunca termina. Es su llamado como hijo de Dios. Es la orientación de su vida, que hace volver su rostro de las empresas y preocupaciones mundanas a Dios. La adoración es una vida totalmente consumida por un apasionado amor a Dios. Es una vida que besa continuamente el rostro de Dios.

Estrategias para adorar

En la tierra de la adoración hay algunos gigantes grandes contra los cuales hay que batallar. Dios le revelará los nombres de esos gigantes, y le dará los planes para que obtenga la victoria. Pero primero necesitamos decidir que vale la pena hacer la guerra por la adoración. Las batallas exigen gran energía y enfoque espiritual. Para salir de ellas victoriosos, no podemos entrar a ellas sin preparación. Necesitamos una estrategia para triunfar.

Nuestra estrategia comienza cuando comprendemos la clase de guerreros que somos. Pablo divide la humanidad en tres grupos: naturales, carnales y espirituales. «Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura…En cambio el espiritual juzga todas las cosas…De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo», (1 Co 2:14-15; 3:1). Aunque los corintios eran cristianos, no eran plenamente espirituales; no vivían en una obediencia total al Espíritu. Tampoco eran hombres naturales; gente que no conocía a Cristo. Eran cristianos carnales, que aún vivían en envidias y divisiones, como los que no son salvos.

El hombre natural. El hombre natural ha estado separado de Dios como consecuencia del pecado de Adán. No puede adorarlo, porque no tiene relación alguna con Él. Adora, pero no a Dios. Todos hemos sido creados para adorar. Hay quienes adoran a su trabajo, las personalidades del deporte, el dinero, los espectáculos, las personalidades de la televisión o alguna otra cosa. Para el hombre natural, Dios es «el que está allá arriba», pero carece de una relación personal con Él.

El hombre carnal. El hombre carnal ha sido redimido de la muerte eterna por medio de la fe en la sangre de Jesús. El Espíritu Santo ha venido a vivir en él, pero su carne, cuerpo y alma (mente, voluntad o emociones) lo gobiernan. No puede experimentar una adoración genuina, porque se halla atrapado en las cosas de este mundo. Su relación con Dios sólo es una parte más de su vida. Ha dividido el pastel de su vida en tajadas concretas de diferentes tamaños. Una de las tajadas es su trabajo. En muchos casos, ésta es la tajada mayor de todas. Otra puede ser el matrimonio y la familia. Otra puede ser la diversión, los pasatiempos o el descanso. Y otra es la iglesia y la adoración.

Para el hombre carnal, la adoración es algo que él hace; no algo que es. La adoración es una pequeña tajada de su vida. Tiene un lugar en la vida, pero no es la vida. Por eso, el hombre carnal adora en los cultos y en la iglesia, pero nunca adora en casa con su familia, o en el trabajo mientras labora para ganarse el sustento. O sea, que el hombre carnal considera la adoración como un deber necesario, cumplido por lo general en una o dos horas los domingos. Pregúntele al hombre carnal: «¿Ha adorado esta semana?» Su respuesta va a ser: «Claro que sí. Fui a la iglesia el domingo por la mañana».

El hombre espiritual. Pregúntele al hombre espiritual: «¿Ha adorado esta semana?» La respuesta va a ser muy distinta a la del hombre carnal. El hombre espiritual le va a decir: «Mi semana ha sido una adoración». Entonces, ¿quién es este hombre espiritual? El hombre espiritual es el que se somete por completo al Espíritu Santo. Es un hombre guiado por el Espíritu de Dios.

Puede adorar sin cesar, porque ha sometido su vida entera al Espíritu Santo para que la guíe. Tiene comunión de hijo con el Padre en todo cuanto hace y dice. «Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!», (Gl 4:6). Su anhelo de adorar al Padre es tan intenso el lunes por la mañana, como el domingo. Adora a Dios con tanta pasión en el trabajo y en su casa, como en un culto de la iglesia. En lugar de que una parte de su vida sea adoración, el hombre espiritual halla que toda su vida es adoración.

Las trampas del enemigo

Pablo nos advierte que estemos conscientes de las estratagemas del enemigo, «para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones», (2 Co 2:11). ¿Cuáles son las trampas que pone el enemigo para obstaculizar nuestra adoración, impedir que despegue nuestra alabanza y distraernos, de manera que no amemos a Dios de una forma total y apasionada?

La trampa del orgullo. El orgullo obstaculiza por completo y hace desaparecer la alabanza y la adoración verdaderas. La altivez es nuestro mayor impedimento en la adoración. Es sutil y levanta su fea cabeza cuando menos lo esperamos. Si usted no se cuida, hasta se puede llegar a sentir orgulloso de su humildad.

Si nos sentimos orgullosos de nuestros dones, haremos exhibición de ellos a fin de impresionar a los demás y revelar nuestro secreto deseo de ser aplaudidos. He aprendido mucho observando a otros que están en el ministerio. Por ejemplo, he estado en algunas iglesias donde la gente adoraba su propia adoración a Dios, en lugar de adorar al Dios.

Antes de su exilio, Lucifer dirigía la adoración en el cielo. Era el que más cerca caminaba del trono de Dios, hasta que se volvió orgulloso y quiso ocupar el lugar de Dios (lea Ez 28:14-15).

La trampa de la voluntad propia. La fea gemela del orgullo es la voluntad propia. En Isaías 14:12-14 Lucifer manifiesta esa voluntad: «Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré, sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo».

No conjugue ninguno de estos verbos. Su orgullo y su voluntad propia van a tener por consecuencia una caída. Y ahora, clave los ojos en el escenario para ver el gran final; la caída: «Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo», (Is 14:15).

La trampa de la tradición. El hombre inventó la religión para mantener a Dios a una distancia segura. Los humanos sustituyeron la relación con Dios por su religión. Las tradiciones son las cosas que hacemos porque así las hemos recibido de otros. Los principios enseñados por hombres que no tienen sus raíces en la Palabra de Dios, son tradiciones de hombres. Una tradición de hombres enseña a la gente las formas de acercarse a Dios con religiosidad; formas que tienen la apariencia de ser adoración a Dios en el ambiente de una iglesia. Pero la adoración inventada por el hombre sólo es un servicio externo, y con frecuencia el corazón de las personas se halla muy lejos de Él.

La trampa del juicio. Los partidarios de una tradición son rápidos para juzgar y condenar a los partidarios de otra. La gente amiga de criticar siempre está sumergiendo a los que «no son como ellos» en malas noticias. La Palabra dice: «Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo», (Ro 2:1).

La trampa de un espíritu crítico. Es el hábito negativo de hallarles faltas a todas las cosas y a todas las personas. La adoración tiene que ver con las buenas nuevas; no con malas noticias. No nos debemos centrar en las malas noticias que son evidentes en la vida de los demás. Nos debemos centrar en las buenas nuevas de que todos nos estamos convirtiendo en nuevas criaturas en Cristo Jesús. Las críticas hacia otra persona no la van a cambiar. Las personas cambian en la presencia de Dios. En lugar de esto, lo que hay que hacer es orar para que entren en la presencia de Dios.

La trampa de la ignorancia. Hay una forma correcta y otra incorrecta de adorar a Dios. Una vez que hayamos oído la verdad, en realidad nuestra ignorancia ya no tendrá excusa. La falta del conocimiento espiritual para «adorar en verdad», no sólo nos aparta de la verdadera adoración, sino que con facilidad nos puede guiar a una adoración incorrecta que tiene efectos secundarios dañinos. En Oseas 4:6 leemos: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento».

La trampa del espíritu religioso. La persona con un espíritu religioso se niega a tener en su vida la plenitud de Dios. Es ella quien quiere controlar a Dios, en lugar de someterle el control de todo a Él.

La adoración verdadera nos hace libres de la esclavitud a unas creencias torcidas y a un sistema religioso falso. Sólo cuando adoramos realmente a Dios, nuestro espíritu es liberado del cautiverio para volar hasta la presencia de Dios.

La trampa de la falta de perdón. Nuestra adoración se ve obstaculizada cuando nos mantenemos sin perdonar a alguien, tanto si la ofensa es real, como si es imaginaria. Para entrar en la presencia de Dios el perdón es imprescindible, no es algo optativo para el verdadero adorador, es un requisito. Jesús proclama que es necesario perdonar: «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial», (Mt 6:14).

La trampa de las quejas. Las quejas siempre provocan la ira de Dios. Construyen una muralla de dudas y desconfianza entre nosotros y Su presencia. Se centran en un problema o una persona, en lugar de centrarse en Jesús.

La trampa del chisme. Decir chismes equivale a abandonar el hablar la verdad con amor. Al contrario; el chismoso cuenta todo lo que oye, sin preocuparle nunca a quién hiere, ni cuál es la verdad. Las Escrituras ordenan: «El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas, pues, con el suelto de lengua», (Pr 20:19).

¿Es su deseo más profundo besar el rostro de Dios con una adoración verdadera? Si lo es, dé estos importantes pasos:

1. Confiese cuanto obstáculo levante un muro entre usted y el Dios viviente.
2. Pida la presencia de Dios para que lo haga más receptivo ante los cambios que Él quiere hacer en su vida.
3. Humíllese ante Dios y ante los demás.
4. Deseche las tradiciones de hombres.
5. En lugar de criticar, dé ánimo.
6. Arrepiéntase de su actitud de no perdonar y tome la decisión de perdonar siempre a los demás, aunque ellos no se arrepientan ni le pidan perdón.
7. Deje de quejarse y comience a alabar.
8. Niéguese a escuchar chismes o a contárselos a otros.
9. Ore así: Señor Jesús, libérame de todos los lazos y trampas del enemigo. Te doy gracias porque moriste por mí para hacerme libre, de manera que pudiera adorarte en espíritu y en verdad. Amén.

Fuente: Vida Cristiana

El corazón de la genuina alabanza

miércoles, mayo 16th, 2012

La adoración ha sido un  tema de énfasis de los últimos años. La Biblia sin embargo habla de la importancia de la adoración a Dios como un tema central.

Muchas veces se ha visto en asuntos de adoración y alabanza como una  lucha experimentada entre el modelo viejo y los modelos nuevos. Entendiéndose como modelo Viejo, el uso de los libros de himnos tradicionales y el Modelo Nuevo los cantos contemporáneos.

Muchos,  quienes dirigen hoy los modelos contemporáneos,  dicen que ellos están en una Renovación de Adoración.

¿Qué  habla la Biblia acerca de adoración? El verdadero corazón de la genuina adoración se encuentra en muchos pasajes de la Biblia, pero uno de mis favoritos pasajes es el Salmo 100.

El salmo 100 es considerado como una profecía e incluso como una oración acerca de la ocasión cuando todos los pueblos conocerán que el Señor es Dios. Y en medio de ese salmo sobresale el aspecto de la genuina adoración.

El tema de la alabanza y la adoración y lo que nos motiva a hacerlo es algo importante.   Conocer lo que Dios es en sí mismo y lo que él es en relación a nosotros. Considerar esto y aplicarlo es algo muy serio y vital en la adoración.

Este salmo es un llamado a toda la tierra para adorar al Señor.  El llamado va mucho más allá de los estrechos límites de Israel y se extiende hacia los gentiles.  La adoración no pertenece a una sola nación ni tiene características de una sola nación. La adoración no estaba ni está confinada a un solo pueblo.

Este es un salmo muy simple y sencillo, porque el tema del cual habla:  Es La adoración como algo simple y sencillo.

Esta gema poética es una pieza clave para la vida espiritual exitosa.

La estructura del salmo es tan sencilla como esto:

Primer llamado a la adoración.  V.1,2
Por qué Dios debería ser adorado. V 3.
Segundo llamado a la adoración.  V
Por qué Dios debería ser adorado.  V 5.

Veamos este hermoso Salmo:

“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.  Reconoced que Jehová es Dios él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias por sus atrios con alabanza   ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, porque Jehová es bueno para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones”.
Salmo 100.

SIETE IMPERATIVOS QUE NOS IMPULSAN A LA GENUINA ADORACIÓN.

En el Salmo 100 encontramos siete imperativos. Estos siete imperativos tienen claros significados. Veamos estos siete Imperativos:

1.- Primer Imperativo: CANTAD…. ALEGRES

Palabra Hebrea: ruwa’ roo-ah’.
Esta palabra en hebreo significa: Gritar, Levantar el volumen del sonido. Clamor o alarma de guerra.
Sonido de marcha. Grito de triunfo sobre los enemigos. Gritar acompañado de aplausos.  Gritar con impulso religioso. Gritar con gozo y jubilo.

La genuina adoración está llena de júbilo y alegría.  El cristianismo no es una religión muerta y vacía mas es una comunidad llena de alegría y entusiasmo.  Dios vive y en medio nuestro opera como el fuerte, poderoso en batalla y conquistador de la muerte.

¿A Quién se adora de esa manera?  A  Dios.  El Eterno..El único

Muchas religiones presentan a un Dios disgustado, con cara de tirano o un Dios lejano y difícil de encontrar.  La vida Cristiana nos presenta al Dios vivo y cercano a quién podemos adorar con libertad y entusiasmo.
¿Quienes? Habitantes de toda la tierra.  Toda la tierra le pertenece y toda ella necesita cantarle.

La Adoración a  Dios no está limitada a un solo pueblo ni a una sola nación. Todos los habitantes de la tierra estamos invitados y la Biblia nos presenta un grupo de adoradores en el libro de Apocalipsis que esta integrado con gente de todas las lenguas, tribus y naciones.

2.-  Segundo Imperativo: SERVID…

Palabra hebrea: ‘abad aw-bad’.
Esta palabra significa: Servir.  Laborar.  Hacer una obra. Trabajar para otro. Hacerse uno mismo un siervo.

La adoración está íntimamente ligada con servicio.   Jesús lo declaró en la tentación en el desierto cuando le dijo a Satanás.  “Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo servirás”.  Servicio viene como consecuencia directa de una vida de adoración.   No se puede concebir un pueblo que sólo adora, canta y se goza pero que no quiere trabajar.  Adoración y servicio están tomadas de la mano.

…CON ALEGRÍA:
Palabra Hebrea: simchah sim-khaw’
Y esta palabra significa: Gozo, Placer. Gozo de Dios-  Felicidad.

El servicio que nace de la adoración es un servicio impregnado de alegría.  Un servicio que nace de un corazón meramente impregnado de lo humano pronto perderá la alegría.  La alegría es el fuego que mantiene encendidos los motores del servicio  a Dios.

3.- Tercer Imperativo es:  VENID…

Palabra Hebrea: bow’ bo.
Esta palabra quiere decir: Venir.  Entrar. Ir. Ser enumerado. Ser introducido.

Llegar ante el Señor es un paso de profunda comunión.  Somos introducidos y llegamos no por nuestra fuerza, el Espíritu Santo opera en nosotros y nos conduce ante el Señor.  Venimos por que el Espíritu nos toma , somos introducidos por él y formamos parte de un grupo enumerado, uno solo que falte será notada su ausencia.

…ANTE SU PRESENCIA:
Palabra Hebrea: paniym paw-neem’ . Esta palabra significa:
Cara a Cara. Estar ante una persona. Estar frente a:

La presencia de Dios es la experiencia más importante que nosotros podemos tener.  Estar en su presencia es encontrarnos cara a cara con su rostro.

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y BUSCAREN MI ROSTRO.                        II Crónicas 7:14

Buscar el rostro del Señor es estar en su presencia.  Estar frente a Dios. Somos urgidos a buscar su rostro y encontrarnos cara a cara en su presencia.  Su presencia nos transforma y no somos los mismos cuando llegamos a su presencia.

…CON REGOCIJO:
Palabra Hebrea: r@nanah ren-aw-naw’,
Esta palabra hebrea quiere decir: Gritar con Gozo, Regocijo , grito de gozo , explosión del alma y efervescencia de espíritu es el resultado de estar en la presencia del Señor.

Nuestras tristezas se caen, nuestros dolores se desintegran, nuestros resentimientos se desvanecen y nuestros odios se despedazan para dar paso triunfante a un regocijo infinito y un gozo indescriptible que termina afectando toda mi existencia.

4.-   Cuarto Imperativo: RECONOCED…

Palabra Hebrea: yada’ yaw-dah’.
Esta palabra quiere decir: Conocer.  Aprender a Conocer. Percibir y ver. Descubrir y discernir. Discriminar y distinguir. Conocer por experiencia. Conocer una persona íntimamente.  Tener revelación. Estar Instruido.

Este es el corazón del Salmo y la médula de la genuina adoración.  Este imperativo está en medio de tres y tres.  Sin este corazón y esta médula no hay genuina adoración.

¿QUE HAY QUE RECONOCER?

1.- Que el Señor es Dios.

“Reconocerlo como Dios determina mi pequeñez e impotencia espiritual ante las exigencias del presente y la incertidumbre del más allá”.

2.- Es nuestro Creador.

“Reconocerlo como Creador determina mi entendimiento acerca de no bastarme a mi mismo y saber que si él me creó lo hizo con un propósito que debo conocer y vivir para ese propósito”.

3.- Es nuestro Señor y dueño.

“Reconocerlo como Señor y Dueño determina mi seguridad de que no puedo vivir como quiero.  Todo lo que soy y todo lo que tengo pertenecen a él.  No soy dueño de mi mismo y él quiere ejerce su señorío sobre mi en todas las áreas de mi vida”.

4.- Es nuestro Pastor.

“Reconocerlo como pastor determina mi reconocimiento de su dirección, su reprensión, su guianza y todo el proceso de formación total de mi vida, aunque a veces esto me  duela y no lo entienda”.

5.-  Quinto Imperativo es: ENTRAD…

Palabra Hebrea: bow’ bo. La misma de Venid .
POR SUS PUERTAS:  Palabra hebrea: sha’ar shah’-ar.
Esta palabra significa: Puerta como lugar de entrada. Lugar de reunión pública. Ciudad . Castillo Real.  Templo. Cielo.

Cuando llego y entro soy introducido ante su propio palacio y no llego como un advenedizo sino como un hijo, el cual puede entrar con la seguridad de jamás ser echado o ignorado.  Mi Padre es el Rey  y con seguridad puedo entrar.

… CON ACCIÓN DE GRACIAS:
Palabra Hebrea: towdah to-daw’.
Esta palabra significa: Confesión de agradecimiento.  Dar alabanzas a Dios. Dar gracias con cantos litúrgicos de adoración. Agradecimiento con coros y procesión.

Entro al palacio como hijo pero con un corazón agradecido, dando alabanzas a él , entonando para él, el canto más precioso que un ser humano puede entonar.  Canto de redención en expresión sublime de agradecimiento.

…POR SUS ATRIOS:
Palabra Hebrea.: chatser khaw-tsare’ .
Y esta palabra significa: El lugar de residencia de un soberano o dignatario.  Palacio o mansión real. Reunión formal presidida por un soberano.

La residencia del soberano es mi residencia sólo adquirida por su gracia y bondad.  Y en la eternidad Jesús ha prometido que mi residencia será en los mismos atrios de Dios.

“Me iré y os prepararé moradas para vosotros.  En la Casa de mi Padre muchas moradas hay,  voy pues a preparar lugar para vosotros”.

…CON ALABANZA:
Palabra Hebrea: t@hillah teh-hil-law’.
Esta Palabra significa: Canto o himno de alabanza. Acto de alabanza pública. Reconocer la fama y la gloria de alguien.

La Casa del Padre es mi casa , y esa casa es casa de alabanza donde los himnos se elevan como incienso agradable y los actos públicos de alabanza se exteriorizan sin inhibiciones para reconocer la fama y la gloria de aquel quien vive para siempre”.

6.- Sexto Imperativo: ALABADLE…

Palabra hebrea: yadah yaw-daw’.
Esta Palabra en hebreo significa: Lanzar, impulsar. Lanzar flechas.  Dar gracias con emoción.

“Las alabanzas se lanzan como proyectiles benditos y flechas doradas no para matar sino para pegar en el blanco”.

7.- Sétimo y último imperativo es: BENDECID…

Palabra Hebrea: barak baw-rak’.
Esta palabra significa:  Bendecir de rodillas. Adorar.

“La alabanza y la adoración comienza con gritos de júbilo y alegría, explosiones de gozo y manifestaciones públicas de reconocimiento pero termina con una actitud humilde de rodillas y reconociendo que por encima de todo él sigue siendo el Rey y el Soberano y ante su presencia majestuosa quedo de rodillas ahora en silencio llorando de felicidad y sollozando de extremo gozo porque mi vida ahora tiene sentido”

¿Es la adoración que ofrezco a él una genuina  Adoración o es sólo el producto de la euforia colectiva que me contagia?

Tiene mi adoración, a él, la Médula y el corazón del verso 3 del Salmo 100 o sólo tiene las tapas del sándwich  pero sin la sustancia que da sabor.

Adoración es la expresión más sublime de mi acercamiento a Dios y del acercamiento de Dios a mi.  Vamos a adorarlo en espíritu y en verdad.

Que nuestra vida sea un genuina adoración diaria al Dios Único y Poderoso.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

Adoración Cristiana: «Más que todo»

miércoles, agosto 24th, 2011

Adoración Cristiana – Más Que Música
La adoración cristiana es a menudo vista como la parte musical del servicio en la iglesia – gente cantando canciones a Dios, con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados, y las manos levantadas mientras cantan. La adoración cristiana sucede cuando cantamos a Dios, sea en una iglesia o solos – en nuestro auto o en la ducha. Es adoración, si nuestro deseo es agradar al corazón de Dios, sin importar el sitio ni cuántos estén involucrados. (más…)

Desarrolle una familia fuerte

miércoles, agosto 11th, 2010

Llegó sin previo aviso. Me encontraba en el trabajo cuando se me ocurrió mirar por la ventana; el hermoso cielo azul que había admirado hacía unos minutos ahora estaba lleno de una nubes negras que no auguraban nada bueno.

En un instante más comenzó a llover a cántaros y, a continuación, un feroz viento hizo su aparición doblando a los árboles hasta un ángulo que parecía imposible. Entonces chilló la sirena de tornados. Salimos como pudimos de los escritorios y buscamos refugio; muchos nos acurrucamos debajo de un hueco de la escalera de concreto que estaba en el sótano. (más…)

Aspectos prácticos en la dirección de la alabanza

viernes, febrero 19th, 2010

La alabanza y la adoración comienza en primer lugar en la obediencia y sometimiento a la palabra de Dios en nuestra vida diaria, el dirigir a una congregación a adorar a Dios, es una responsabilidad grande que demanda de nosotros una vida congruente de lo que decimos y hacemos el domingo, con lo que vivimos de Lunes a Sábado, tristemente vemos que en muchas ocasiones el domingo cantamos, gritamos, levantamos nuestras manos y dirigimos a la gente a alabar a Dios y llegado el Lunes empezamos a ser otros y a vivir sin comunión con Dios, te animo a que pruebes vivir en comunión con Dios toda la semana, te darás cuenta que tu alabanza y adoración será muy diferente el domingo porque “LA VERDAD ENSEÑADA DEBE TENER EL RESPALDO DE LA VIDA DEL QUE LA ENSEÑA”.

En este articulo analizaremos algunos aspectos prácticos en la dirección de alabanza, no pretendo con esto ser absoluto (más…)

El orden divino en la alabanza: el Incienso (1a parte)

lunes, enero 11th, 2010

El Altar del Incienso del Tabernáculo de Moisés nos muestra el orden divino para la adoración (Ex. 30:1-10). Aunque no estaba dentro del lugar santísimo, donde se encontraba el Arca del Pacto y donde descendía la presencia de Dios, era el mueble más cercano a ese lugar, solo separado por un velo (He. 9:4, se refiere a él como un mueble perteneciente al lugar santísimo). Cuando Jehová le ordena a Moisés que construya ese altar, le da instrucciones precisas sobre sus dimensiones y los materiales con los que debía estar fabricado. El Altar del Incienso, situado frente al Arca del Pacto, es una figura de nuestra adoración dirigida a nuestro Señor Jesucristo. (más…)

El orden divino en la alabanza: las Fuentes (introducción)

lunes, enero 4th, 2010

Un día, un amigo de la familia nos visitó en la casa de mis padres. Después de disfrutar de la comida tomó una guitarra y nos enseñó una bonita canción en zapoteco (una lengua indígena de la región del Istmo de Tehuantepec, muy antigua, de sonidos suaves y musicales). Sin entender en absoluto lo que decía la letra, pude percibir que había tristeza y dolor en la melodía. Después nos explicó que esa canción se titulaba en español “Última Palabra” y que en Oaxaca, su tierra natal, se cantaba durante los funerales de un ser querido. Me llamó especialmente la atención porque me recordó un himno que se cantaba en la iglesia desde hace años, que aunque no tenía exactamente la misma melodía, sí era la misma idea musical. (más…)